Obituary of Melchor Briceno Pirela

Melchor de Jesús Briceño Pirela nació el 31 de Marzo de 1929 en Bobures, Zulia, hijo de Luis Augusto Briceño y María Concepción Pirela. Se mudó a Maracaibo para estudiar Medicina en la Universidad del Zulia.Melchor se graduó el 29 de Julio de 1958 de la Facultad de Medicina, comenzando a trabajar como médico cirujano en el Hospital Quirúrgico de Maracaibo y posteriormente como residente de Oncología en el Hospital Universitario de Maracaibo. El 29 de julio de 1961, Melchor se casó con Elizabeth Ott y permanecieron juntos durante 59 años. Melchor se incorporó al Ejército de Venezuela como médico asimilado y posteriormente se trasladó a Nueva York para continuar sus estudios de Cirugía Oncológica en el Memorial Hospital. Regresó a Venezuela en 1970, continuando con su labor en el Ejército, la cual ejerció por 33 años, ascendiendo al cargo de coronel asimilado, y estableciendo una exitosa labor privada como Oncólogo Especialista. A lo largo de su extensa carrera, Melchor fue reconocido tanto por la comunidad médica como por los pacientes por su humildad y habilidad como médico dedicado.Melchor dedicó su vida a ayudar a los pacientes con cáncer y a través de los años organizó múltiples jornadas médico-militares para pacientes de bajos ingresos, en Zulia y los estados cercanos, incluida su ciudad natal de Bobures. A través de su trabajo filantrópico, Melchor ayudó a curar y mejorar la calidad de vida de todos aquellos a quienes trataba. En su vida personal, Melchor fue un esposo, padre, abuelo, hermano, tío y amigo amoroso. Hizo todo lo posible para apoyar a su familia y amigos. Melchor fue fanático de los Yankees de Nueva York de toda la vida y de Águilas del Zulia. Melchor veneraba a San Benito de Palermo.Melchor, de 91 años, falleció en Weston, Florida, el 10 de Diciembre de 2020 rodeado de sus seres queridos. A Melchor le sobreviven su esposa Elizabeth y sus seis hijos; Melchor, Tatiana, María Josefa, Halina, Luis Augusto y Vanessa, así como sus 13 nietos, quienes lo atesorarán en sus recuerdos. Melchor será profundamente extrañado y amado por su familia y amigos, y todos los que lo conocieron; sus logros y dedicación a todos los aspectos de su vida le aseguraron que dejara al mundo un lugar mejor.